Sin más remedio que buscar trabajo, me dedique un día a mandar mi
información a todos los lugares que encontré, me respondieron para poder irme a
trabajar a un crucero, las expectativas eran muchas y no había mucho que
perder, conocer el mundo, aprender, ganar un dinerito y sobre todo vivir una
experiencia única.
Entrar no fue difícil, a las 3 semanas ya tenia mi boleto de avión, visa
y un contrato por 8 meses para trabajar en celebrity cruises como tercer
cocinero, sabía que iba pelar muchas papas y enfrentarme a una cocina muy
diferente de las que había trabajado, en las entrevistas me preguntaban si
estaba dispuesto a trabajar 10 horas diarias sin descanso, no sonaba tan
complejo...
Después de despedirme, organizar un poco mi vida, tome un avión hacia
Puerto Rico, decidí no reservar un hotel e ir directamente a un hostal, fue una
idea bastante buena si tenemos en cuenta que en Europa hay muchos hostales,
pero en Puerto Rico solo hay dos, uno de ellos lleno y el otro me permitieron
dormirme en el sillón mientras conseguía algún lugar para quedarme... Eran las
3 de la mañana y no se sabía si una persona que sí hizo reservación iba llegar.
Pase unos días lindos en Puerto Rico y por fin llego el día de embarcarme:
Vivo de sensaciones no podría estar en un lugar si no me siento
emocionado al respecto, creo que mi vida se nutre a través de lo que siento, de
ese nerviosismo, de las ganas de descubrir, la sorpresa que genera estar en un
nuevo lugar, tantas nacionalidades y no había lugar en el barco... Sí, estaba
lleno y yo fui el seleccionado para bajarme del barco, mi primer contrato, no
tenia idea y no había sitio para mí. ¿Ahora que hago? ¿Gaste todo este dinero
en venir aquí y me regresan a mi barco?
Empezaba muy muy mal mi primer contrato, la incertidumbre era horrible,
no entendía nada, estaba varado en un hotel de puerto rico y solo quedaba
esperar a que nos dieran otro barco donde si hubiera cupo.
En la habitación me toco un señor de Republica Dominicana, el cual
siempre recordare con gran afecto y cariño. Pocos días antes de mi partida, en
una platica extraña con alguien el cual no recuerdo, me dijo: "Aprenderás
de todos y más del que menos te esperas". El notaba mi angustia, la
gente se sorprendía que iba de cocinero, me decían "chico en la primera
oportunidad que tengas cámbiate" "Cocinero, ¿estas loco?"
No era miedo, era pánico, que me esperaba. Sabía que era duro pero como
era posible que me dijeran eso, tan difícil era, que iba pasar, no tenía ni un
día trabajando y ya estaba asustado.
Me conto de su vida, la familia, de dios, de todo y me comento algo que
se me quedo grabado. "En el barco lo difícil es controlar la
cabeza"
No lo entendí al momento pero deje que pasaran los meses para comprender
esas palabras:
El problema en ese lugar no son las jornadas de trabajo, la frustración
laborar, tus jefes presionándote para que logres un excelente trabajo, no saber
donde están las ollas, ir por la requisición, tu diminuto cuarto, algún mal
oliente compañero de cuarto, el encierro... Es tu cabeza.
Sí, es controlar tu cabeza, por que te puedes pasar todo el contrato
pensando que la vida es una mierda, que no sales lo suficiente, que trabajas
demasiado, extrañas los tacos de la esquina, los domingos familiares, los besos
de tu novia, las borracheras con tus amigos, mojarte en la lluvia, despertar y
no tener que ir a trabajar. Hay tantas cosas por la cual extrañar y pensar que
donde estas no es mejor de lo que tenias antes, ¿Pero no así vivimos siempre?
¿Recordando y añorando lo que tuvimos sin ver el presente?
A mi me gusta ver mi primer contrato como un reto personal, levantarte
cada mañana sin descanso e ir a trabajar, lidiar con diferentes personalidades
y sobre todo nacionalidades, aprendí a tolerar las ideas de los demás, aguantar
presión constante y sin parar, que soy capaz de hacer cualquier cosa que me
proponga, la facilidad de palabra que tengo sea la nacionalidad que sea,
descubrí que sí hablo ingles es por el simple hecho de que me comunico con
otras personas y por eso aprendo. Que la vergüenza la deje hace mucho tiempo en
el baúl de los miedos, que no hace falta tener muchos amigos y hacer grandes
cosas si tienes un par de cervezas y buena compañía, hice amigos entrañables.
Estar en un lugar a otro, conocer países, ver lugares, pisar sitios, salir de
noche, vivir y sonreír no importa el sitio donde estres.
Existieron frustraciones, malas sensaciones y vibras, momentos duros,
cansancio, estrés, locura incluida, desesperación, mal humor, pero hubo más
risas, felicidad, aprendizaje, bailes, quemadas, felicitaciones, agradecimientos,
abrazos, besos bueno vida…
No fue fácil, pero logre controlar la cabeza.