Buenos Aires!

Llegue al aeropuerto de Bogotá con destino a Buenos Aires , no sabia que esperar tuve que hacer transbordo y conocí a un par de personas como es mi costumbre. Uno era un coreano que venia de México, tenia una fabrica textil en México y también en Argentina,  el acostumbraba a vivir  en México en la época en la cual había el invierno de Argentina y regresaba a Argentina en la temporada de verano. Recuerdo que me dijo que lo entendería con el tiempo.

El otro era un reportero uruguayo , que venia de cubrir la catástrofe de Haití, los tres tuvimos una charla muy interesante, se hizo muy amena, el uruguayo llevaba mas de 36 horas volando había perdido un par de vuelos,  estaba muy triste por que perdió su laptop pero a la vez  feliz por que no perdió su cámara, encima  tuvo que hacer distintas escalas para poder llegar a Buenos Aires, eso no impidió que tuviéramos una gran charla junto con el coreano.  Nos contamos historias, me recomendaron lugares a donde ir, que el asado lo hacen mejor los Uruguayos. Fue una gran espera para tomar el otro avión, habíamos bajado en Bogotá, recuerdo que el coreano nos regalo unas aguas por que estábamos muertos de sed. No entiendo como la gente no se comunica entre si, siempre hay una gran historia que puedes escuchar.



Salí del aeropuerto me recomendaron un transporte tienda de león, así que compre mi ticket y me aventure a ir a un hostal el cual había checado por Internet, cuando salí  hacia un calor inmenso y demasiada humedad, y yo estaba vestido con una chamarra enorme para esquiar.   Llegue a un hostal en San Telmo,  estaban desayunando galletas, te y una bebida la cual se compartía llamada “mate”. Me puse a charlar con la gente que estaba ahí y como es de costumbre, me invitaron a cocinar obviamente sabiendo que ese era el destino de mi viaje estudiar cocina.  Accedí sin mucho inconveniente, recogí las llaves de mi cuarto y me acosté a dormir. Desperté unas cuantas horas después puesto tenia que ir a la escuela, buscar departamento  y no podía perder el día.

Apunte la dirección de la escuela, señale una vía de viaje en un mapa y partí. Me subí al subte (metro), no tuve problemas de llegar a la escuela.  Pague en la escuela, me inscribí, recuerdo que la secretaria me pregunto que de donde era mi apellido, cosa usual que la gente hace, le conté que era Frances en eso el director se volteo y me hablo en Frances, mi poco Frances me ayudo a sacarle una sonrisa y decirme que me esperaba en 5 días para empezar las clases, ni si quiera mire la escuela eso no era tan importante estaba allá, había pagado y tenia todo el dia por delante...


Después había que conseguir un departamento para vivir, pero había dejado la compu en el hostal y hacia un calor de locos, ya me había comunicado a México para decir que estaba bien y no tenia otra cosa que hacer así que me regrese al hostal.

Cuando llegue salía uno de los que conocí en la mañana un chavo de republica dominicana que toca el bajo, que iba justo a comprar de comer, saque dinero y lo acompañe.

No había vuelta atrás iba cocinar, me explico q tenían una olla, un sartén y aceite. Así que compre unas rapiditas (tortillas de harina) un corte tipo milanesa, cebolla,  tomate, perejil (por que no había cilantro)  un par de chiles (ajis) frescos,  para eso nos alcanzaba no había mucho dinero y había que economizar éramos 5.

Cocine la cebolla junto con la carne, hice una salsa de tomate, chile y perejil fresca con un poco de limón que conseguí,  calenté las tortillas e hicimos una mesa improvisada, algunos platos prestados del hostal, un cuchillo y un tenedor con lo que teníamos comimos, reímos, contamos anécdotas,  diferentes nacionalidades pero eso no importo, estábamos disfrutando la comida y la compañía. Nos unió algo tan básico y rutinario, como es  sentarse a comer. En este mundo tan acelerado las cosas sencillas, olvidamos que son las mas placenteras.

Nunca fui demasiado pretencioso a la hora de cocinar disfruto mas la convivencia y la experiencia de hacerlo, recuerdo que después de eso siguió la fiesta, cuando hay una gran comida siguen las cervezas y el baile. Traía un tequila de México siempre sirve para hacer amigos, así que lo abrimos había colombianas, dominicanos, brasileños, un Frances y un Mexicano, ahí empecé a ver que cuando conoce uno gente de otras partes se alimenta de grandes sensaciones, así que cuando viajen no duden en ir a un hostel, los hoteles son fríos y no convives con nadie.


Recuerdo que la noche fue larga, termine bailando salsa, enseñándoles a tomar tequila y enojándome por que se lo tomaban muy rápido un sin fin de emociones y sobre todo de experiencia. Recuerdo que había pagado 2 días en el hostal así que tenia que levantarme temprano para buscar donde vivir pero esa será otra historia.


Ese fue mi primer día en Argentina…