México

Sin duda es como despertar de un sueño…

Todas las veces que he regresado a casa, siento la extraña sensación que las cosas no  han cambiado, como si al buscar tantas experiencias y sensaciones nuevas no me he dado cuenta de que todo lo maravilloso lo tengo en un solo lugar…

Entre mis constantes cambios y peleas conmigo mismo de cual es mi hogar,  hoy llegue a la conclusión que no existe tal y que simplemente tengo que disfrutar donde este, es mas apasionante pensar que nuestro lugar esta en cualquier lado y que si uno se fija cuidadosamente encuentra cosas fabulosas que descubrir.

Lo primero que hice fue ir a comer a los cuates, lugar emblemático donde mi papa y yo pasamos muchas tardes o noches. Inclusive varios de mis amigos se han vuelto asiduos del lugar. He de confesar que fui ayudante de meseros durante 4 meses, así que conozco a la perfección la carta, que pedir y que no pedir, si tengo mucha hambre o poca.


Después de una extensa platica con mi padre, risas, cuentos, algunas regañadas y sobre todo esa conexión que solo el y yo entendemos, me di cuenta que me parezco cada dia mas a el y me enorgullece decirlo… Puede causar controversia, pero somos muy similares, no dejamos hablar a nadie, de alguna forma hacemos reír a la gente sin querer y el estar alrededor de muchas personas nos anima, pero si es una multitud nos enferma. Como ir a un centro comercial, pfff... los dos parecemos ratas enjauladas.

Empezó a llover y se me hacia tarde para la fiesta, mi papa me llevo, así como en los viejos tiempos, donde me dejaba en las fiestas, me pedía que no hiciera locuras y que por favor no llegue antes de las 3…

Era una fiesta familiar, pambazos, tostadas de papa y de manitas de cerdo en vinagre, tequila, cerveza y sobre todo eso que siempre me encanta cuando vengo a México, toda la familia reunida, comiendo y tomando, contando aventuras, chistes y demás. Venia llenísimo de comer, pero eso no impidió picar un poco… La noche nos llevo a otra fiesta, donde había poca gente pero cada uno hacia su fiesta, baile salsa, me divertí, hable, me reí y disfrute.

Al otro dia mi tío nos invito a su casa nueva, así que mi papa no dudo en ir, hicieron pozole, lo mas interesante de todo es que estaban a la expectativa de que podía decir yo del pozole, me preguntaban si estaba rico, como me parecía, que si le faltaba algo, a lo cual entendí una cosa:

La comida es simple, o te gusta o no te gusta, le puedes poner mas sal o no, pero si esta bien hecha, con cariño o amor, cambia. Les puedo decir que me supo a gloria, el mejor pozole que pude haber probado, probablemente no pudo ser el mejor, pero después de tanto tiempo sin probar mi comida, mis texturas y mis sabores todo sabe mejor, los pambazos, las quesadillas, los tacos y todo lo que he comido desde que estoy aquí es gloria.

Después fuimos a un mercado y parecía un niño en Disneylandia, con los olores,  tanta variedad de frutas y verduras, con la señora que vende las hiervas y por 5 pesos me dio como para 1 año, la sonrisa de la señorita que me vendió la levadura, que me dijo que cualquier cosa que le pidiera me la consigue, la comida en la calle y dentro del mercado con una diversidad impresionante, la señora que vende las tortillas y las trae de puebla.

Eso es comida, la que haz visto todo el tiempo, no tiene que ser de exportación ni una comida extraña para que sea perfecta, el maíz, los frijoles, los pescados y mariscos con su extensa diversidad puesto que somos afortunados al tener dos mares que nos nutre de sus productos. Que lastima que siempre estemos buscando cosas de otros lugares.

No hay nada que envidiar a nadie, en todos mis viajes siempre que regreso descubro cosas extraordinarias, por eso ahora necesito encontrarme con mi comida, con mis sabores y con mis texturas. Ir a puebla a ver como hacen el mole, las tlayudas de Oaxaca, los pambazos de Guadalajara…

La extensa variedad de sabores y de productos, somos afortunados de tener una cultura gastronomica interminable y tan compleja, hoy mas que nunca me enorgullece haber nacido en tierras aztecas que mis abuelos hayan decidido emigrar aquí, que haya crecido con el idioma nahuatl, con el maíz y los frijoles. Que mi abuelo sea cocinero y me haya transmitido su amor por ello, que mi papa me insistiera a estudiar cocina.

Haber vivido en Argentina, cocinado para gente desconocida y amigos, ahora espero cocinar mucho aquí, con mis productos, mis sabores y así descubrirlos que soy nuevo en el tema y eso es lo maravilloso afortunadamente no se nada, es tan extenso que me asusta, hay tantos productos y cosas que descubrir, así como yo siempre busco cosas nuevas, viajes interesantes, la comida para mi siempre a sido mi comida y me enorgullece decirlo, esta cultura tan fascinante que descubrir así que espero me acompañen a conocerla…

Gracias por leerme